Con el auge del teletrabajo, ya sea forzado por causa del confinamiento por el COVID19 o natural por la progresiva transformación digital de las empresas, las videollamadas cobran especial importancia. Y como cualquier otra comunicación empresarial, hay que contar con las máximas garantías de seguridad y profesionalidad.
Para una empresa no es nada recomendable echar mano de servicios para “usuario”, ya que no dejan de ser plataformas compartidas y enfocadas más a un uso lúdico pese a que, en algún momento, se utilicen para fines laborales. Y buena prueba de ello es que todas tienen una versión “pro”, “bussines” o “enterprise”, demostrando que las empresas necesitan soluciones más completas y con características propias.
¿Qué debe tener un servicio de llamadas profesional?
Más allá de los servicios que, sí o sí, tienen que estar presente como la posibilidad de hacer una videollamada entre varias personas – no sólo 2 -,función para levantar la mano y pedir la palabra, estadísticas, chat, poder grabar la sesión o compartir la pantalla, entre otros, lo que debe distinguir a un servicio de videoconferencias profesional es la capacidad para tener absolutamente controlada la privacidad de las comunicaciones.
Esto no sólo es contar con un cifrado de primer orden, que es otro “must-have”, sino el que tengamos un servicio adaptado y controlado por nuestro sistema de comunicaciones. De esta manera, no lo compartimos con nadie más que con las personas de dentro de nuestra organización y aquellas externas, como clientes o partners, que decidamos.
Un detalle que pocas tienen: acceso incluso cuando no tienes Internet
Y es que, como detalle especial, en concreto de las videollamadas de Zadarma, está la posibilidad de acceder incluso… cuando no podemos tener ni un ordenador con webcam o smartphone con Internet. Hasta desde un teléfono fijo es posible participar en una sala de videoconferencia, evidentemente sin la posibilidad de ver las imágenes, sólo llamando a un número de teléfono para poder, al menos, atender a la conversación e intervenir en ella.
Quizás para un usuario doméstico no sea algo importante, pero para un profesional, tener siempre la posibilidad de “asistir”, aunque sea sólo con la voz, a una reunión (y no hace falta que sea por una emergencia, simplemente porque le pille en un atasco en el coche) es, sin duda, un elemento diferencial.
¿Cuánto cuesta tener un servicio de videoconferencia propio?
Lo cierto es que cuando se le pone la etiqueta “profesional” a cualquier cosa suele desaparecer la de “gratis”. Bueno, no siempre, y en el caso de las videollamadas es posible contar con videoconferencias empresariales con todos los servicios y totalmente gratuitas. Al menos es el caso si se opta por la opción de Zadarma.
Al igual que otros servicios como la centralita virtual o el CRM, es posible usar este servicio totalmente gratis siempre. Los usuarios registrados cuentan con la posibilidad de contar con una sala con hasta 10 participantes. Solo con recargar, al menos, 5 euros cada seis meses en nuestra cuenta, ampliamos este límite a 2 salas de hasta 20 participantes. Este saldo, por otra parte, no se “gasta” en las videollamadas – que insistimos, son gratis -, sino que sirve para usarlo en otros servicios que se ofrecen en Zadarma.
Si contamos con una tarifa Microempresa (18 euros al mes) para la centralita virtual, el límite para las videoconferencias aumenta a 5 salas con hasta 50 participantes en cada una. Finalmente, si tenemos una tarifa Empresa (36 euros al mes) se obtiene la posibilidad de tener 10 salas de hasta 100 participantes en cada una.
En resumen, insistimos, las videollamadas en Zadarma, dentro de su solución de comunicación integral para empresas, son totalmente gratuitas. Eso permite que, de nuevo, sea una propuesta totalmente flexible ya que podemos adaptar el gasto que hacemos cada mes a las necesidades de la empresa sin perder por ello la posibilidad de utilizar todos los servicios que se ofrecen.