12.04.2023
teletrabajo en casa

El teletrabajo vino con la pandemia para quedarse. La inmensa mayoría de los profesionales tienen ya un modelo híbrido en el que trabajan en casa varios días a la semana y el número de los que teletrabajan a tiempo completo es cada vez mayor tanto que ha dado origen a un nuevo tipo de profesional, el nómada digital, que no es que no tenga que ir a una oficina, no tiene tampoco una residencia fija.

Esta nueva realidad es muy atractiva, pero se puede convertir en una auténtica pesadilla si no se sabe gestionar y organizar la “oficina doméstica” que nos montamos para aquellos días que no pasamos por la corporativa. Equilibrar la vida personal y profesional cuando sólo hay una puerta de por medio, y en ocasiones ni eso, es un reto que se nos puede ir de las manos muy fácilmente.

Afortunadamente, existen una serie de consejos que adecuadamente aplicados pueden facilitar y hacer del trabajo en casa no sólo mucho más cómodo sino mucho más productivo.

1.- Establece un horario

Es quizás lo primero que deberíamos instaurar y lo que se hace cuando el caos ya es ingobernable. En una casa surgen mil y una distracciones que debemos evitar porque son tareas de “si son cinco minutos”. Hay que establecer horarios donde no hay espacio para ninguna tarea doméstica ni para ser molestados, en la medida de lo posible. Y es algo que hay que transmitir a toda la familia si es que compartimos espacio con ellos ya que el riesgo de “ya que estás en casa” es una de las armas de destrucción masiva de la concentración y la productividad.

Del mismo modo, hay que también ser disciplinado con la hora de dejar de trabajar para disfrutar de nuestro tiempo libre. Al no tener un “viaje” de vuelta a casa, tenemos la tentación de seguir trabajando, echar un vistazo al correo, etc. en cualquier momento. Desconectar es necesario e imprescindibles – y en algunos países, hasta un imperativo legal -.

2.- No pierdas las rutinas y las costumbres

Trabajar en casa da cierta flexibilidad, pero el ser humano es un animal de costumbres y, realmente, es que nos ayuda a ponernos en situación. Muchas personas al trabajar en casa caen en la tentación de hacerlo en pijama o levantarse cada día a una hora diferente.

No hace falta usar chaqueta y corbata o zapato de tacón, pero cada día hay que ser disciplinados y levantarse con tiempo para asearse, vestirse, y ponernos en situación para empezar a trabajar. Si tenemos mascota, el paseo matutino puede ayudarnos a tener esa sensación de “ir a trabajar” o, simplemente, dar una vuelta a la manzana para ponernos en situación. Estas pequeñas rutinas y costumbres nos ayudarán a conectar el cerebro en modo “trabajar” y son también una buena idea para cuando haya que desconectarlo.

3.- Crea tu espacio de trabajo

Lo ideal es contar con un despacho o zona aislada que nos permita establecer una “frontera” entre lo que es el área de trabajo y el “hogar”. Eso no es siempre posible, pero hay que evitar transformar la mesa de la cocina o del salón en nuestro escritorio ya que, queramos o no, todo el rato nos va a recordar que tenemos la oficina y las obligaciones pendientes.

Habilitar una esquina con una mesa en cualquier zona de la casa, donde se acumula todos los elementos de trabajo, hace más fácil dejarlos de lado cuando llega el momento de disfrutar en familia o del ocio.

4.- Conecta con tus compañeros

Tanto si somos el líder de la empresa como si, simplemente, tenemos un equipo a nuestro cargo, es importante mantener el contacto con los compañeros. Casi todas las empresas tienen un sistema de chat que se puede utilizar, pero es una forma poco efectiva para empatizar. De hecho, suele ser lo que provoca un mayor número de malos entendidos por la falta de matices que tiene la comunicación escrita. Además, es poco producto para mantener una conversación, ya que lo que escribimos en media hora se puede comentar en una llamada de 5 min.

Tanto si tenemos un equipo que trabaja fuera de la oficina hay que pedir a la empresa un sistema de comunicación de voz efectivo y eficaz. Y no es darle un teléfono móvil a cada persona. La mejor solución es contar con una centralita virtual que hace que, además, podamos contar con el número de la oficina para recibir llamadas externas y una serie de extensiones para poder transferir estas llamadas o, simplemente, contactar rápidamente con un compañero.

Este tipo de servicios ha evolucionado mucho últimamente, rompiendo algunas barreras que tenía el teletrabajo como las funciones de call whispering, es decir, que ya podemos estar monitorizando desde casa una conversación, por ejemplo, de atención comercial ayudando a un compañero con menos experiencia sin que el cliente nos escuche.

5.- Sincroniza tu información y aprovecha la nube

Tanto a nivel personal como corporativo, la sincronización de datos y su gestión desde la nube es vital para hacer que el teletrabajo de una empresa se eficaz y quien está en su casa pueda desarrollarlo cómoda y productivamente.

Cómo indicamos, tiene parte de compromiso personal del que trabaja que debe confiar en servicios que le permitan acceder a su trabajo y documentos en cualquier lugar ya que no sabemos cuándo un accidente doméstico puede estropear nuestro ordenador, que ya es la herramienta básica de trabajo.

Y por parte de la empresa, porque es necesario llevar un control organizado y coordinado de las tareas. Algo que no puede ser a base de enviarse documentos de Excel y cosas parecidas. Es aquí donde entra la clave de una buena elección de CRM que permita tanto la gestión de la relación con los clientes como la organización de tareas de los equipos. Y volviendo al punto anterior, lo ideal es que este se sincronice con la centralita virtual para tener también el control de todas las comunicaciones.