20.07.2020
Voz IP y ley de teletrabajo

Con permiso del Coronavirus, o quizás a raíz de sus efectos, el teletrabajo es otro de los temas de moda. Tanto es así, que el Gobiernos de España está desarrollando la que será la nueva Ley del Teletrabajo ya que, según la ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, el actual artículo 13 del Estatuto de los Trabajadores donde está regulado el teletrabajo es insuficiente y obsoleto.

En el borrador que recogía el anteproyecto de Ley, además de otros puntos, hay dos que están dando de hablar especialmente. Y es que para cualquier empresa que se plantee tener a sus empleados teletrabajando parcial o totalmente, esto es que habrá que establecer:

  • "Inventario de los medios, equipos y herramientas que exige el desarrollo del trabajo a distancia concertado, incluidos los consumibles y los elementos muebles, así como de la vida útil o periodo máximo para la renovación de estos".
  • "Mecanismo de compensación de todos los gastos, directos e indirectos, que pudiera tener la persona trabajadora por el hecho de prestar servicios a distancia".

Para ambas situaciones, dar un salto a la Voz IP como sistema principal de comunicaciones y, sobre todo, a los servicios de una centralita digital serán esenciales no sólo para poder cumplir con las nuevas exigencias regulatorias, sino para que tampoco supongan un coste para la empresa.

VozIP y centralita virtual es sinónimo de reducir en equipamiento

En primer lugar, la nueva ley va a requerir de la aportación por parte de la empresa de medios, equipos y herramientas. Y ciertos negocios que basan sus operaciones en las llamadas, hace que sea imposible colocar una extensión de la empresa en cada domicilio de los empleados. Además, es probable que la compañía ya aporte equipos y material, como portátiles y smartphones, a sus trabajadores, únicos elementos necesarios para poder acceder a los servicios de una centralita virtual que podría solucionar todos estos problemas.

De hecho, propuestas como la de Zadarma de Centralita Virtual en la nube van un paso más allá ya que no es necesario instalar aplicaciones en los dispositivos. Todo el sistema se encuentra alojado en Internet y no hay que utilizar más que un navegador como Chrome o Firefox para acceder a él, lo que también reduce los gastos de licencias, mantenimiento y soporte de los equipos.

Esto puede extenderse si además se usan servicios como el ZCRM, la plataforma gratuita de gestión de clientes y leads que, como la centralita, no necesita de software adicional y puede ser consultada y utilizada en todo momento por cualquier empleado, dentro y fuera de la oficina sin desarrollos o instalaciones adicionales.

Apostar por la VozIP permite controlar gastos y ahorrar

Ya hemos comentado que es posible contar con el sistema de forma gratuita con proveedores como Zadarma. Es decir, tener una red telefónica, con extensiones, desvíos, menús de voz y hasta grabación de llamadas, en la que conectemos a todos los empleados, estén o no en la oficina ya que llevarían el teléfono y la gestión de clientes con su portátil a cualquier sitio.

Pero, además, hablando ya del tema de compensación de gastos, al menos de llamadas, estaría contemplado en esta modalidad. Para empezar porque si un empleado está en un departamento de soporte o de atención al cliente que sólo necesita recibir llamadas ¿para qué pagar una tarifa que también contempla la realización de las mismas? Y si es necesario que las emita, hay que llevar un control tanto de su duración como de su efectividad – algo de lo que se puede ocupar el ZCRM -. De este modo, cualquier empresa puede tener controlado al céntimo todo lo que son las llamadas de los empleados y que para estos no suponga ningún coste llevar a cabo su labor si opta por una modalidad del teletrabajo. El coste de las llamadas estaría sufragado por la empresa que sólo tendría que compensar al empleado por el uso de su conexión a Internet doméstica y esto, si se trata de una conexión de fibra, es un coste fijo.

No es cuestión de si la nueva Ley del Teletrabajo se va a aprobar, sino de lo rápido que va a conseguir el Gobierno ponerla en marcha. Ya se ha presentado a los agentes sociales, sindicatos y organizaciones empresariales, y tras un breve periodo de modificaciones, pasará a debate en Congreso y Senado para ser aprobada y entrar en vigor, según la intención del Ejecutivo, antes de que acabe este 2020.