Centralita Virtual libre vs de operador ¿qué diferencias hay?

El mercado de la telefonía IP, hasta hace unos años, estuvo dominado por las operadoras, a las que había que pagar una buena cantidad para instalar y gestionar una centralita telefónica en cualquier oficina. Con el paso del tiempo, la llegada de Internet y la telefonía IP, dejaron de ser necesarias pero las “telecos” se resisten a dejar un negocio en el que, por otra parte, ahora tienen una competencia feroz por parte de empresas que ofrecen sus PBX virtuales de manera independiente.

La tentación de muchas empresas es que, ya que tienen contratado un proveedor de telefonía, añadir otros servicios como el de la centralita virtual. Lo que no son conscientes es que la primera diferencia que hay en este sentido es que están gastando mucho más de lo necesario para tener los mismos servicios que les podría, incluso, salir gratis.

En servicios, no tienen nada las PBX de operador que no tengan las independientes

Para empezar a comprar entre las centralitas virtuales “libres” o “independientes”, como puede ser la de Zadarma, y las que ofrecen las principales operadoras como Movistar, Vodafone, Orange o Yoigo, en la parte de servicios siempre nos encontramos con algún “pero” en las de éstas últimas. Por ejemplo, si vemos la propuesta de Orange “Big PYME”, se ofrecen tanto funciones “básicas” como “avanzadas”, pero después no se informa de qué servicios entran en cada categoría y el precio que tiene cada una. La misma indefinición la encontramos en Movistar, donde se mencionan servicios como locuciones personalizadas y colas de espera, grupos de salto y captura para no perder llamadas y multiconferencia, pero todo pasa por recibir la visita de un comercial.

Vodafone One Net Centralita Virtual y, la más reciente, Yoigo PRO, han hecho mejor los deberes y en cuanto a la transparencia de los servicios nos encontramos cosas como mensaje de bienvenida, gestión de contactos, estadísticas, programación de llamadas, filtrado de números, llamada en espera, extensiones, etc. Sin embargo, frente a ofertas de proveedores de PBX, se siguen quedando cortas porque, sólo en Zadarma, ya se puede añadir a todo esto una larga lista de características entre las que se pueden destacar la posibilidad de la grabación de llamadas, el widget para llamadas automáticas desde la página web o la integración de la centralita virtual, a través de su API, con prácticamente la totalidad de los CRM que hay en el mercado.

En costes y permanencias, no hay discursión: las operadoras pierden

Pero si bien, en cuanto a funciones, aunque se queden por detrás se puede decir que las centralitas virtuales de operador llegan, al menos, al aprobado, donde se ver la diferencia real es en los costes. Las operadoras suelen ofrecer este servicio gratis, aunque para contar con según qué características, hay que pagar un suplemento. Una centralita virtual como la de Zadarma es gratis, siempre, desde el primer momento y con todas las funciones disponibles. Sólo habría que añadirle un coste mensual si queremos adquirir una tarifa para llamadas salientes – donde, además, se nos amplían los servicios de la centralita -.

Al final, el negocio de las operadoras no es otro que las líneas, y cuantas más, mejor. Es por ello que en todos los casos de la centralita de operador tenemos que, primero, ser clientes de ese proveedor de Internet y contratar una tarifa que, además, viene con una permanencia que no baja de los 12 meses (permanencia que no existe en el caso de las PBX independientes).

Esto tiene otras implicaciones. Si tenemos una centralita como la de Zadarma u otro proveedor similar, podemos cambiar de operadora de Internet cuanto queramos para buscar siempre una tarifa de fibra que nos venga bien. Por el contrario, si optamos por una PBX de operador, el día que nos demos de baja de ese operador, perdemos también el servicio de centralita y tendremos que montarlo de nuevo.

Es por ello que, tanto por comodidad como por costes, está claro que la mejor opción siempre será la de una centralita virtual independiente antes que atarnos, con otra cuerda más, a la operadora de turno con más gastos, permanencias y compromisos.